Garraf

Hoy me han llevado a pasear al Garraf.


Después de un corto viaje en esa cosa que llaman coche y que yo le tengo un pánico especial que hace que me maree y vomite, hemos llegado a Can Llong, cerca de Begues donde hemos empezado la excursión.

De camino a la Ermita de Bruguers nos hemos cruzado con unos señores vestidos de verde y con caras de pocos amigos que se me han quedado mirando y han dando un silbido. Entonces han empezado a salir sus perros, que llevaban campanillas en el collar y eran todos como yo, pero más bajitos y redondos. Mi dueña ha dicho que eran Bigels originales y que a mí también me pondria una campanilla o cascabel en época de caza para que no me confundieran y me pegaran un tiro. Yo no entendía nada, pero me ha gustado que me salieran todos a saludar.

Después de ver la ermita y comer una galleta nos hemos encaminado por una cuesta de piedras hacia el Castillo de Eramprunyà, que no hemos podido ver por que estaba todo vallado. Allí me han dado unas galletitas pequiñitas, buenisimas.

Luego nos hemos adentrado por la Serra de Can Perers hacia Can Tardà, parándonos a medio camino a comer algo de nuevo, para después salir a la pista que bajaba de nuevo a Can Llong.

Ha sido una mañana agradable, donde he corrido, he saludado a muchos perritos y he conocido a la novia del amigo Dani. Muy guapa y simpática, me ha achuchado mucho.